miércoles, 19 de abril de 2017

Lámpara de lava


Ahora necesito una lámpara de lava. Con parafina en el agua. Con luz que arda y caliente los resortes en el fondo y eleve, aunque sea una ilusión óptica, la cera blanca que se va, se va, se va, se va simple.

Qué tal, necesito una lámpara de lava. Salir a buscarla. Que me la vendan. Pedir relojes y que me den la lámpara. Pedir cualquier cosa y que me den la lámpara. Pedir deseos y que me den la lámpara.


Una lámpara y luces que intermitan. La excusa perfecta para volver a abrir la boca. La necesidad de cambiar de letras. De contar otras cosas distintas a las de siempre. La intención de salvarse debe estar en algún lado dentro de esa lámpara. Que tiñe de mañana o de noche las paredes de manos rojas y las ventanas de lluvia sepia.