domingo, 6 de septiembre de 2015

Tres cuartos



Acaso el mundo está hecho de pequeñas conexiones, frágiles y continuas, de al menos tres o cuatro lazos. Acaso se puedan contar las personas que hemos conocido a lo largo de nuestra vida en tres o cuatro fotos de tres o cuatro gentes que han sido tres o cuatro veces las mismas personas. Que han vivido tres o cuatro veces a lo largo del tiempo eterno tres o cuatro vidas bastante diferentes entre sí pero tres o cuatro al fin. Que nos han dicho tres o cuatro palabras de una vez o en tres ocasiones, acaso cuatro. Acaso el tiempo no pueda medirse ya de otra forma que en tres o cuatro cuartos de tiempo. En vidas de terceros que son cercanos en tercer grado, dentro o fuera de nuestros cuartos. En cuartos que aún quedan del vino a medias o todo esparcido por el cuarto, ya perdido. Enlazado a cadenas de oraciones que se enlazan a cadenas de personas que se unen entre sí por grados de tres o cuatro vínculos que se repiten y repiten y repiten y repiten y repiten hasta el número que ya no es tres ni cuatro pero nos deja ver casi entre destellos de insights preciados y preciosos como los diamantes para siempre que todo está así de cerca y al alcance e infinitamente unido hasta la lejanía infinita por lazos de tres y lazos de cuatro.  






jueves, 30 de julio de 2015

Travesía 4




así como tampoco se espera que ganen, ni que les interese siquiera ese triunfo.

Con esa idea en la cabeza - idea bien agradecida que no hacía menos que rejuvenecerme- caminaba entre sillas buscando la última puerta que me sacara del olor a humedad y cigarrillo impregnado en ese antro, esquivando vasos a medio terminar y ceniceros y maní y mesas con notas escritas a mano en birome azul que decían que hay sentimientos que se guardan en algún lugar de nosotros y desde ahí se las ingenian para seguir largamente vivos a pesar de que muchas veces intentamos desterrarlos y al fin creemos que los hemos echado fuera de cada parte de nuestro cuerpo, tan implacables somos, y no hay forma de saber con certeza si lo hemos logrado o aún siguen ahí; sólo, como decís vos, a través de un abrazo que deje estela, la proximidad de los mundos saliendo de nuestras bocas, las voces en la escalera hasta que los destellos de las cinco y media cortan el aire, podemos notar que aún están y sentir si se refortalecen y nos van invadiendo otra vez como nos invade el pecho el calor de los buenos vinos.





miércoles, 29 de julio de 2015

De cómo tomar decisiones.



Alinee dos coincidencias. Resuelva en el sentido de la flecha. Fomente el azar. Arroje una moneda. Olvide la cuestión. Duerma un poco. Decida en base a lo que soñó. Delegue. Pregunte cualquier cosa y decida por analogía en base a la respuesta de su interlocutor. Deje correr el tiempo: puede que se resuelva solo. No deje correr tanto tiempo: puede que lo empeore. Considere que su decisión, en muchos casos, puede alcanzar y dañar a terceros. Investigue acerca de la cuestión a decidir. Todo lo que pueda. Internet no es suficiente; hable con familiares, vecinos y principalmente cajeras del supermercado chino. Tenga en cuenta que todo lo que haga desde el momento en que se le plantea la cuestión a decidir influirá fatal pero causalmente sobre el resultado de la decisión; a quién se lo cuente, a quien no se lo cuente, si piensa demasiado en ello, si no lo piensa lo suficiente, si somatiza en consecuencia y su organismo se enferma a causa del estrés de pensarlo, si elije solucionar primero el asunto del estrés para luego volver al de raíz o cree que tomar una decisión privado de su estado total de salud será beneficioso; o no; si va al médico y este le prohíbe terminantemente toda temática en la que se ocupaba antes de visitarlo para salvaguardar su bienestar, si gastó una fortuna en la consulta y no le alcanza para lo recetado, si pide fiado o le avergüenza la situación, si vuelve a su casa con antigripales y sin poder comunicarse del todo bien por la disfonía y no tiene más que ganas de meterse en la cama y dormir un poco; si al otro día no siente ganas de levantarse o de despertarse del todo pero eventualmente se despierta aunque no se levanta, si sería bueno olvidarse de lo que tenía que resolver y no decidir nada al respecto porque tomar decisiones definitivamente a usted le cuesta demasiado.





                





viernes, 26 de junio de 2015

Fragmento.



El es un grito necesario e interno, impostergable, imposible de desoír.
Yo articulo con esmero y en voz baja, para que se me entienda.
El hace con la lluvia intempestiva el más gratificante de los paseos.
Yo llevo un paraguas, por si acaso.
El presiona las horas hasta deshacerlas para que se ajusten al estado de su víscera.
Yo aún llego, medianamente, a horario.
El es la voluntad inconciliable y necesaria, la idea primera sin adorno, el llamado impostergable de las musas.
Yo agendo, tomo notas, pago el café y miro al cruzar la calle.

Soy dueño aún de esa parte de mi mismo no invadida por el; la cara cortés y diligente.

Y no se bien por cuánto tiempo.


                                                               

jueves, 21 de mayo de 2015

Incorporación biológica



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Se crece, se madura, se internaliza, de diferentes maneras: la terapia del choque; la dislocación desde la pérdida; la revelación psicotrópica; el despertar religioso o chamánico, y la incorporación biológica. 
Me detengo en esta última por ser el objeto de estudio. Se está ante la incorporación biológica de nuevas ideas o libertades, cuando uno advierte, casi de repente, ciertos síntomas que afligen el sistema espiritual. Algunos de ellos, los más recurrentes, operan en el siguiente orden: molestia respecto del estado general de cosas, desenvolvimiento social leve a duramente desalineado, malestar intestinal, trapos de piso viejos y rugosos que se estrujan a la altura del esternón, golpes a la psiquis de parte de percepciones repentinas y epifanías no deseadas, recaptación y recurrencia del pensamiento, sensación de lumbalgia adolescente – en el caso en que los huesos crecen más rápido que los músculos y éstos tiran fuertemente- pero a nivel hiperdérmico (el alma se ensancha de repente y el cuerpo aún no consigue contenerla).

Dado este cuadro, se habla de incorporación biológica del aprendizaje de vida. 

Indicaciones generales para sobrellevar la afección: aislamiento, reflexión activa, introspección, dilucidación de soluciones posibles, terapia cognitiva de comportamiento, resquebrajamiento, abandono momentáneo e insight. 

Farmacología: --, --, --  y/o --, pudiendo reforzarse con dosis moderadas de -- . Al menos una vez al día, con el desayuno o luego de la cena.

Duración del tratamiento: relativo a cada paciente; se estipula mejoría en no más de 15 (quince) días hábiles, de acuerdo al calendario Maya. 




         ** Para certificados, notificarse y pedir turno en recepción.





                                                        




martes, 31 de marzo de 2015

Charlas de ascensor



Carlitos, el conserje del edificio, usa el ascensor para hacer tareas varias. En el segundo piso se sube y como la vieja consorcista le cierra la puerta en la cara y ya no le presta atención, me mira y me sigue hablando a mi.
- La felicidad cuesta muy poco en realidad, Loza. Si vale o no vale es cosa tuya. Pero cuesta poco. Y no es un descubrimiento de iluminado ni una revelación psicodélica, ni mucho menos. No. Es al fin y al cabo la voluntad de sacarse el ruido a masa de la cabeza, de incursionar en el ahora, sí, exactamente ahora no hacés otra cosa que escucharme, o no? Es, en parte, encerrarse en un espejo de 360 grados... y mirar; es dejar de intentar perpetuar los estados, es saber el comienzo pero no el final. Y saber que indefectiblemente hay un final. La felicidad, me temo, tiene más gusto a espíritu de reposo en el eterno cambio que a la tierra prometida que nunca, yo te aseguro que nunca, te va a llegar tan verde como la veías desde lejos... yo bajo acá.