Estoy analizando fríamente la situación. Estoy contemplando los pros y los contras. Estoy mesurando los posibles daños, propios y colaterales a terceros, por transición. Estoy contabilizando las pérdidas materiales. Recapitalizando el patrimonio disperso a lo largo de tu inmueble. Estudiando los informes de tus amigas y confrontándolos con los dichos de tus vecinos. Estoy promediando el tiempo invertido de forma conjunta que pueda contabilizarse como valedero y bien vivido con el tiempo invertido en desencuentros o ausentismos. Estoy calculando las posibilidades que se abrirían ante la división y estableciendo el conjunto de ellas que realmente podrían ser favorables a esta entidad. Visualizando la fusión con otras firmas. Contemplando el nivel de productividad de las horas inactivas. Programando el sistema de solvencia del catering a partir de la fecha. Estoy imprimiendo las recomendaciones que envían los accionistas de la empresa y desechando los documentos que anteriormente representaron operaciones infructuosas. Previendo el riesgo de requiebre psicológico a mediano y largo plazo. Imaginando la interacción en algún meeting after office con la versión nueva y reluciente de tu antigua simpleza. Disfrutando la analogía con el sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa en el corto plazo. Armando collages de músicas y escritos en 3D que me dejen visitar los escenarios nunca recorridos. Deseando levemente que la escena sea más verdad en mi cabeza y en tu recuerdo que en la imagen que se deshace con el humo del cigarrillo o con las líneas rectas de un dibujo en la mesa o en los baños de los bares que no nos esperan otra vez ni nos sacuden contra el piso transpirados y con olor a madrugada interminable, siempre a deshora, siempre en curso contrario, siempre casuales, siempre intenso hasta que el cuerpo no lo aguanta, siempre perdiendo contacto con el resto, siempre con ojeras, siempre levantando el estandarte del no me importa, del seguí por favor, del ya no quiero verte, de volver a verte como de inmediato, como sin planearlo, como si estuviéramos de paso, como si no nos fuéramos a volver a encontrar, como no se debe, como pueden pocos, como no creo que olvidemos más aunque tantas formas a partir de hoy se nos ofrezcan para hacernos estrictamente felices.
Estoy redactando el informe. Solemne.
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